Nacido en Siena el 8 abril de
1906, Cesare Brandi se licenció en derecho en la universidad de Siena en 1927 y
en letras en la universidad de Firenze en 1928.
En 1930 comenzó una larga carrera
llena de cargos importantes y de éxitos. Así, tomó el cargo de la
“Soprintendenza” de los Monumentos y Galerias de Siena. Recibió el encargo de
reordenar y catalogar la colección de pinturas de la Academia de las Bellas
Artes de Siena en la nueva sede de Palacio Buonsignori.
Al finalizar ese trabajo, fue
nombrado inspector en materia de antigüedades y Bellas Artes en Bologna. Este
nuevo cargo duró cerca de tres años y durante ese periodo, se ocupó de
organizar un primer taller de restauración y la importante “Muestra de la
Pintura Riminese del tresciento”.
En 1936 viajó a Roma donde asumió
nuevos encargos relacionados con la Dirección de Antigüedades y Bellas Artes.
Aceptó el nombramiento de “Provveditore” de los estudios de Udine, de donde fue
transferido con responsabilidades mixtas de “provveditorato” y “soprindentenza”
en el “Governatorato” de las islas italianas en el Egeo.
En 1938 fue reclamado en Italia
donde le fue asignado el encargo específico de fundar el “Istituto Centrale del
Restauro” del que fue director desde 1939 hasta 1959. Empezó un periodo de
actividad intensa, como director del ICR. Los primeros años de dirección fueron
particularmente complicados, al ser los años de la entrada en guerra de Italia,
con las consecuentes dificultades económicas y de aprovisionamiento de
materiales y equipamientos. La actividad del ICR se paralizó a causa de los
acontecimientos bélicos hasta 1945. A partir de entonces surgieron nuevos
problemas: los escombros de la guerra, los problemas de la reconstrucción y,
sobretodo, los criterios a seguir en los trabajos de restauración. Brandi
durante su actividad como director del ICR formuló numerosas teorías en las
cuales se basa la actividad de la restauración.
En 1953 asumió nuevos roles dentro
de la administración de las antigüedades y de las bellas Artes. Ejerció como
profesor de arte medieval y moderno en la Universidad de Roma, alternando a las
asignaturas numerosas conferencias en el extranjero, asignadas por la UNESCO, para
la salvaguardia y la intervención en obras de arte en peligro. Los principios
básicos de su obra, se encuentran en sus escritos sobre restauración. Los
primeros remontan al año 1948, después añadió otros hasta a dar vida a la
antología titulada “Teoría de la Restauración”, que testifica la larga y
experta actividad de Brandi.
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